Se que es mas práctico compartir una imagen o un video, esta vez quiero compartir una reflexion e invitarlos a conversar sobre ella en la mesa de Rosh hashana.
La tradición judía sostiene un principio fundamental: El ser humano pueda cambiar.
Podemos hacerlo a nivel personal, familia, social.
Aquí van las palabra de un gran pensador de nuestro pueblo.
Por supuesto, aquello para lo que estamos
preparados de manera intuitiva para ver puede también modificarse, en ocasiones
en forma dramática y en otras más lentamente, por medio de la educación y la
experiencia de vida. La literatura de la religión está llena de narraciones
acerca de este tipo de cambios de postura. Nuestra tradición se refiere a esto
como teshuvá. Generalmente tomamos este término con el significado de
"arrepentimiento", pero este es un vocablo demasiado limitado.
Teshuvá, más apropiadamente, se refiere a una reorientación total de la
perspectiva personal con respecto al mundo, una transformación en la manera en
que uno se enfrenta a su propia experiencia de un cambio fundamental de
carácter. Nuestra tradición compara atinadamente al baal teshuvá o "judío
arrepentido" con un niño recién nacido, e insiste también correctamente en
que, a pesar de que este tipo de transformación es monumentalmente difícil, no
es en absoluto imposible de lograr.
Neil gillman, fragmentos sagrados