Vaietze Iakov
Iakov sale por primera vez de la casa.
Leíamos en la parasha anterior, que el era un Ish Tam, un hombre simple, tranquilo, integro, Ioshev Ohalim, que habitaba en carpas.
Ahora es un caminante, un aventurero, que tiene que salir a buscarse la vida.
Deja la casa de sus padres como hizo su abuelo, pero esta vez hace el camino a la inversa, creyendo que ira unos pocos dias, como le advierte su madre, pero uno propone y Dios dispone dice el dicho, por lo que tarda mas de 20 años en regresar.
¿Como se llega a un lugar que uno no conoce?
¿Cómo se llega a un lugar al cual hay que ir por múltiples motivos?
Formar una familia, escapar de la amenaza de muerte, cumplir con el mandato familiar.
Iakov sale con lo puesto. A tal punto que pide a Dios que le de comida.
La parasha se llama Vaietze Iakov, salió Iakov, indicándonos que siempre estamos saliendo. Siempre estamos yendo hacia delante aun cuando no nos damos cuenta o aun ciando pensamos que esta retrocediendo.
Iakov sale con sus temores, sus dudas, sus remordimientos, y va hacia lo desconocido.
Pero también lleva su fe, su simpleza su apego a la vida.
En medio de su viaje, sueña, y con el soñamos todos sus descendientes.
En medio de su viaje hace una pausa para rezar, y todos sus descendientes rezamos como el la Plegaria de la noche.
En medio de su viaje abre sus ojos y percibe la presencia de lo sagrado, que estaba siempre allí, pero tuvo que dejar a sus padres para poder sentirlo por el mismo.
Iakov emprende de esta manera el viaje de su vida.
Un viaje hacia delante y hacia arriba.
Un viaje para ser Iakov y mas tarde Israel, un viaje para ser ahora el mismo, y no el hijo de, el hermano de, el nieto de...
Viajara siempre.
De ida y de vuelta.
Dentro de la tierra de Cnaaan, y hacia Egipto, y vuelta a Cnaan ya para su sepultura.
Iakov, es Israel, Iakov y nos enseña que siempre estamos como el Saliendo, dejando ago atrás en nuestra vida para poder ir siempre hacia adelante.