Sunday, August 26, 2012

Elul 5772 shoftim


Leemos al comienzo del tercer capítulo del Pirkei Avot, Rabi Jananía , lugarteniente del sumo sacerdote, dice: Ora por la estabilidad y la paz del gobierno, ya que sin el temor que él inspira, los hombres se devorarían mutuamente.

Podríamos hacer un ensayo sobre la filosofía política que esta frase implica. Podríamos también encontrar referencias en otros autores, como por ejemplo, aquellos que se refieren a un estado que contribuye a que el hombre no sea el “ Lobo del Hombre”, y que es quien garantiza los derechos de sus ciudadanos.

También podríamos pensar en una experiencia más cercana, el 27 de febrero, después del terremoto, allí donde parecía que no había ley, personas saquearon tiendas llevándose en sus camionetas televisores y otros artículos al amparo de la supuesta anarquía. Sin ley no hay sociedad posible. Esto es lo que enuncia nuestra parasha con palabras que resuenan en nuestra mente y que son el fundamento de nuestro pueblo.

18. "Pondrás jueces y magistrados para ti en todas las ciudades que Ad-onai tu Dios te da en tus tribus, para que juzguen al pueblo con justo juicio.

19 No tuerzas el derecho; no hagas distinción de personas ni aceptes soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos.

20 "La justicia, sólo la justicia seguirás, para que vivas y tengas en posesión la tierra que Adonai tu Dios te da.


La Tora habla de la construcción de una sociedad que esté basada en la justicia, no solamente en una justicia formal, o sea en un conjunto de instituciones organizadas por el estado, sino instituciones que también sirvan al propósito de generar una sociedad justa.

Pensemos, por ejemplo, los argumentos de los burócratas nazis cuando fueron llevados a juicio, sostenían que ellos habían actuado de acuerdo al derecho vigente en el tercer Reich.

La Tora dice juzgar con juicio justo, quiere decir, no sólo, con la formalidad de la ley, sino también con aquella que se alinee con la verdadera justicia.