Reflexiones sobre el nueve de Av, pasado presente y futuro.
En 1979 se estreno la película La vida de Brian, una de las sátiras mejores logradas del grupo Monty Pyton. La película esta ambientada en la ocupación romana a Jerusalem, en la época del segundo templo.
Una de las escenas más interesantes, desde el punto de vista judío ocurre cuando diferentes grupos intentan entrar en una de las residencias de los funcionarios romanos para hacer un atentado. Las cámaras van mostrando como por diferentes corredores van avanzando los militantes hasta llegar al recinto central y cuando están a punto de cometer el atentado cada uno de los grupos declara su identidad, “somos de la falange Judía” “somos de la brigada Judia de la libertad” y así uno y otro reclaman para si el derecho de ser exclusivos de representar los intereses de todo el pueblo y mientras tanto se desata una batalla intra judía y la revuelta termina con el triunfo romano.
En el libro Martin Fierro, uno de los textos más tradicionales de la literatura gauchesca, Jose Hernandez pone en boca de uno de los personajes la famosa frase:
“Los hermanos sean unidos,
Porque esa es la ley primera,
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea
Porque si entre ellos pelean
los devoran los de ajuera”
En unos días estaremos conmemorando un nuevo Tisha Beav, el 9 del mes hebreo de Av, que recuerda entre otras cosas la destrucción del primero y segundo templo, tal vez la fecha mas triste del calendario hebreo, a tal punto nuestros sabios quieren mantener presenta esta fecha que nos advierten “quien no se apena por la destrucción de Ierushalaim, no podrá presenciar la reconstrucción de Ierushalaim”.
Y en ese espíritu, dicen que quien no trabaja por la reconstrucción de Ierushalaim, es como si el mismo hubiera participado de su destrucción.
En el Talmud de Babilonia, en el tratado de Ioma 9 b, nuestros maestros de Bendita memoria tratan de entender cual fue el motivo para la destrucción de los templos:
"Enseñaron los sabios: Por qué fue destruido el primer Templo? - Por tres cosas que en esa época ocurrían; idolatría, relaciones sexuales prohibidas y por el derramamiento de sangre. Y por qué fue destruido el segundo templo, si en esa época se estudiaba
Tal como lo describe
No es la poderosa Roma la que vence al pueblo judío, es el pueblo judío, que debilitado internamente, permite el triunfo de Roma.
Cada época plantea sus desafío y pero el desafío de la unidad, sigue siendo uno de los prioritarios.
Somos parte de un pueblo que ha logrado superar las circunstancias más aciagas, atravesando las geografías más distantes. Hoy podemos encontrar comunidades en casi cada rincón de la tierra, con los idiomas más exóticos y las experiencias más enriquecedoras.
Pero el 9 de Av nos recuerda, que nada de eso vale si no logramos la unidad, que de ninguna manera es lo mismo que la uniformidad.
El Talmud nos advierte que existe un valor superior, que es ser parte de un pueblo que tiene una misión y un mensaje único.
Eso se logra solo con respeto por el prójimo, trabajando mancomunadamente por nuestros ideales, y reconociendo a todos los judíos como nuestros hermanos con los que tenemos un pacto sagrado.
Si hacemos nuestro esfuerzo en esta dirección, seguramente D-s nos permitirá estar mas cerca de disfrutar de la alegría de
Esta nota apareció originalmente en la Revista Shalom.